Sexybebeca: La tragicomedia musical

Hoy una persona que amo me hizo ver que aún tengo muchos rencores que depurar. Y aunque crea que nunca escucho sus consejos, siempre trato de llevarlos a la práctica así que en un torpe intento he elaborado una lista de disculpas que pido así que si usted siente que le debo una disculpa, lea a través de la entrada y trate de encontrar la que le corresponde. Ninguna fue con sarcasmo aunque si se siente así, una disculpa de nueva cuenta. Muchas se sienten medio Gretchen Wieners pero a veces no puedo evitar que se me salga mi humor tan pesado entre tanto diálogo. Las hay desde el kinder hasta la universidad, llévela, llévela. (Si tu perdón no se encuentra en la lista, hay de dos, o no me di cuenta que te lastimé o aún necesito sazonarlo unos años más hasta que esté lista, Perdona las molestias, humana en reparación.)

-Perdón por haber salido contigo y huir cuando sentí que te ibas a declarar. Me diste mucho miedo porque no me sentía lista para tener un novio. Me faltaron ovarios para decírtelo a la cara y simplemente te dejé de contestar en el messenger. Entiendo que no me quisieras saludar esa vez que nos vimos en la Plaza la Isla, entiendo y respeto tu rencor. Una disculpa de nuevo, no por no andar contigo sino por no habértelo aclarado.
-Perdón por haberme peleado un año contigo por estar tan celosa de tus nuevas amigas Jonáticas. Me dieron muchos celos y en ese entonces estaba tan dolida que hablé mal de ti. Te extrañé con el alma. Perdón por embarrarte esa manzana en la cara. Gracias por seguir a mi lado, te amo un chingo y lo sabes.
-Perdón por odiar a tus amigas que les encantaba el anime y Crepúsculo. Algunas si me daban razones pero en general era porque las celaba. Perdón por no aguantar a algunas por ti.
-Perdón por no haber entendido que amabas a mi mejor amigo más de lo que a mí me pudiese gustar. Todas las maldades y traiciones fueron en nombre de tu loco amor y ahora lo entiendo.
-Perdón por decirle a mi mejor amigo que me gustaba cuando tú ya andabas con él. Eres igual de intensa que yo y generé tu odio durante toda la prepa. Ahora entiendo que mis acciones no fueron las más adecuadas. Te perdono por todas las jetas que me hiciste y las maldades que sin éxito me intentabas hacer.
-Perdón por no haber aclarado las cosas desde un principio. A estas alturas creo que mi mamá tenía razón y nunca me gustaste, sólo lo canalicé así porque sentí que mi no correspondencia te había lastimado mucho. Extrañé siempre a mi mejor amigo, pero las cosas pasan por algo y creo que separarnos te sentó muy bien. Te perdono por todo también.
-Perdón por haber dejado que ese niño nuevo metiera cizaña entre nosotras. Ya no éramos tan amigas pero me pegó que te influenciara para lastimarme. Muy tarde comprendí que te gustaba y lo hacías para darle gusto.
-Perdón por burlarme tanto de ti. Debí respetar más tus creencias y no mofarme cuando no entraste a la universidad que querías. Creo que me pegaba en el ego que me dijeran que nos parecíamos físicamente. Fui la más superficial, disculpa.
-Perdón por no entender que éramos muy diferentes. Perdón por burlarle al pensar que eras la mujer más superficial del mundo. Los parámetros que uses para escoger a tus novios, por más superficiales que me parezcan, no son de mi incumbencia; así como tampoco lo debe ser las maneras en que los atraes, Creo que había algo de envidia mezclada. A pesar de ser tan diferentes, al final me mostraste tu apoyo en el momento más difícil y por ello estaré eternamente agradecida.
-Perdón por escuchar a toda esa gente en la prepa que me decía que hablabas mal de mí. Perdón por hablar mal de ti cuando me decían eso, En el fondo creo que nos extrañábamos y era por eso. Al final me demostraste que a pesar de todo lo mala que fui contigo y de evitarte tanto, eras mi gran amigo. Gracias por llegar a ese lugar cuando más te necesitaba y por perdonarme y hoy seguir siendo mi amigo.
-Perdón por romper tu corazón tantas veces después de que tu rompiste el mío. Pensé que la venganza me iba a saber bien pero nunca lo hizo. Fui muy inmadura y quería verte sufrir. Me da gusto ahora verte feliz con alguien justo a tu medida. Te agradezco todo, y te perdono de todo.
-Perdón por ofenderte con algo tan personal y tan tuyo. Al meterte con mi amiga sentí que eso me daba el derecho de ofenderte de la manera más baja: vía metroflog y escribí uno de los posts más hirientes de mi vida. Al final te vengaste de mi en un evento académico donde hiciste todo para que me atacaran. Ni hablar, lo entiendo y te perdono.
-Perdón por no tener los ovarios para decirte que encontraba tu manera de pensar y tus decisiones tan diferentes a mí que ya no quería ser tu amiga. Entiendo que te vengaras en un trabajo escolar, entiendo todo lo mal que hablaste de mí y hasta entiendo que le advirtieras a la gente que no se llevara conmigo. Todo fue desde tu ego y tu dolor y te perdono.
-Perdón por haberte confundido en una época en que ni yo sabía que sentía. Si hubiera sido más clara quizá no te hubieras enojado cuando te expliqué que ya había encontrado un gran amor. Te perdono por dejarme de hablar y portarte como un patán cuando más te necesité. Gracias por esa canción en la radio, fue un lindo detalle.
-Perdón por haber hecho las cosas de la manera en que lo hice. En el momento quizá fui muy egoísta pero sólo buscaba mi salud mental. Sí era lo que quería pero no me importó llevarme tus sentimientos entre las patas. Una gran disculpa.
-Perdón por haber dicho de ti y de tu familia las cosas que dije. Sí son cosas súper hirientes pero infortunadamente aún las pienso. Perdona que esta no sea una disculpa como tal pero aún te guardo mucho rencor por todas las cosas que prometiste y que sé que ya jamás vas a cumplir. Perdona si aún no te perdono y me cuesta trabajo hasta saludarte. Espérame unos años a que sane y quizá ya te haya perdonado.
-Perdona por haberme ido cuando me pediste que me quedara. Perdón por todas esas explicaciones que tuviste que dar a mi partida. Gracias por haber estado ahí cuando nadie más lo estuvo y por amarme y acogerme de la manera en que lo hiciste. Te amo y te extraño mucho pero quedarme a tu lado no me iba a hacer bien. Sentí que no me cuidaste como alguna vez prometiste y hasta la fecha no he podido trabajar y procesar todas las emociones que me genera la manera en que actuaste, lo que dijiste y sobre todo lo que no hiciste. Perdón por idealizarte tanto y ponerte tantas tareas que tu jamás pediste. Perdona porque hasta la fecha no te pueda hablar y perdona porque esa vez que me preguntaste si ese sería nuestro último abrazo, te mentí, dije que no. Perdona por todo lo que no hemos hablado este tiempo y porque aún no te perdono del todo, pero sé que algún día lo haré y quizá podamos vernos por un café como siempre lo hacíamos.
-Perdona por no aceptar tu disculpa pero lo que hiciste me rompió todos mis esquemas y me dio en la madre que aún me queda. Perdona que no te perdone aún pero siento que todo está muy reciente y no tengo un corazón tan grande que me alcancé para perdonarte hasta ahora. Perdona que no te pueda prometer que algún día te voy a perdonar. Espero crecer y algún día hacerlo pero no prometo nada.
-Perdón por todo el daño que te he hecho al no saber amarte como te mereces. Sigo aprendiendo pero a tropezones, gracias por amarme y seguir aquí. Gracias por ayudarme a crecer, Perdón por todos los dramones y emotional breakdowns que has tenido que aguantar since day 1, sigo trabajando por ser mejor por mí y para mí y para ti.
-Por último perdón si esperaste tu disculpa hasta este último guión y no estuvo. Puede que no esté sazonada o puede que se me haya pasado, Si aún no la sazono, espérame unos años más y quizá ya esté ahí. Si se me pasó acepta este último guión como disculpa, no fue mi intención ofenderte y si así lo hubiera sido, dos disculpas de regreso.

Gracias por leer. Si les sirve los invito a hacer este ejercicio de catarsis que entre risas y lágrimas se irán sintiendo más livianos.

Hoy fui a mi primer marcha feminista. La Movilización Nacional Contra las Violencias Machistas de nuestra brand new CDMX. El camino de llegada fui la más feliz, llegué hasta cantando; pero una vez ahí me tocó regresar al piso y estar atenta de mi entorno. No todo es color de rosa, o en este caso de morado. Y como buena pesimista que soy me toca ver todo con las anteojeras necesarias para encontrar áreas de oportunidad, o negritos en el arroz.

Iba llegando y comencé a observar los contingentes que se hallaban ahí. El morado reinaba en distintas aplicaciones desde la ropa, el cabello y hasta el maquillaje. Sentía halos de esperanza cada vez que veía niños preparándose para marchar. Hasta padres que llevaban a sus bebés en carriola, porque nunca es demasiado temprano para empapar a tus hijos de cultura de género. En un momento, mi novio notó a un papá que traía a su hijo de unos 5 años cargado en sus hombros. Ambos venían preparados para el sol y ya estaban anexados a un contingente. Muy atinadamente me dijo: "Que un señor traiga a su hijo a la marcha es uno de los logros más increíbles del Feminismo". ¡Por supuesto! Un señor que a todas luces tiene una cultura de género y que lleva a su hijo a la marcha, es en teoría un señor que está educando un ser humano respetuoso y tolerante y no un machito mexicano. Qué pinche gustazo.
Después de unos minutos de dar vueltas, decidimos integrarnos al contingente de Mónica Mayer y su Destendedero. Ya con mandil puesto y chamoyada en mano, nos incorporamos totalmente con nuestro contingente, esperando escuchar indicaciones de los organizadores. El micrófono era un relajo, entre quienes querían gritar consignas, los que buscaban a sus amigos perdidos e indicaciones continuas que se contradecían. Nada del otro mundo.
Dieron las 2:30 y como estaba planeado que la movilización desde el Monumento a la Revolución iniciara a las 3, era el momento de organizar a los contingentes. La vocera dio la indicación más triste del día. Los contingentes conformados por sólo mujeres irían al frente, después una separación y de ahí comenzarían los contingentes mixtos. ¿QUÉEEEE? Al final aderezó la indicación diciendo entre risas: "Ah, y hasta el final van los contingentes de puros hombres, si es que hay alguno." Estaba entre abrumada, sorprendida y molesta pero para mi tranquilidad, su indicación fue recibida con abucheos. Una vez más aclaró que esta decisión separatista había sido acordada desde la asamblea y la marcha comenzó a avanzar.
Para explicar porqué pienso que la decisión fue incorrecta haré un paréntesis gigante.Les compartiré un comentario que escuché de un par de chicos homosexuales hace ya unos dos años. Y por la manera en que la plantearé sonará como la cosa más pendeja del mundo pero tiene un trasfondo muy cabrón. El comentario era más bien una queja de que muchos artistas pop como Lady Gaga hablaran de la comunidad LGBTTTI y promovieran sus valores sin ser parte de ella . Mieeeerda, incluso cuando fuera por cuestiones mercadotécnicas, a mí me parece fantástico que se promueva sobre todo con artistas que tienen alcance internacional.
 La cuestión para mí es así de simple: Yo comunidad LGBTTTI busco respeto, tolerancia y educación de género. Esto es tanto para con los miembros de la comunidad pero sobre todo con los externos a ella, ya que en teoría son ellos a los que tengo que re-educar y enseñarles que mis diferencias no me hacen acreedor a un trato de desigualdad. Logrando que estos "externos" entiendan mi causa y la sigan, lograré un verdadero cambio en la sociedad.
Volviendo al separatismo: yo no puedo manejar un discurso de querer re-educar a los hombres y las mujeres para crear un entorno equitativo y al mismo tiempo apartar, menospreciar e incluso mofarme de aquellos hombres que buscan unirse y promover la causa. Es totalmente contradictorio. De ahí que muchos detractores del Feminismo aprovechen estas situaciones para generalizar y menospreciar al Feminismo como tal. Si van a tener el valor de llamarse Feministas, tienen que asumir la responsabilidad que sus actos y sus palabras tienen que ir acorde con sus ideales.
Estamos en un momento en el que los medios aprovechan cualquier imperfección, cualquier error para exhibirlo, exagerarlo y hablarle al mundo de lo malvadas que son las "Feminazis" y mientras unas buscamos concientizar sobre lo que verdaderamente busca el Feminismo, otras con la mano en la cintura, se llaman Feministas pero excluyen. Se llaman Feministas pero destruyen. Se llaman Feministas pero buscan castigar a los hombres por un sistema Machista que también les fue enseñado y por el que también son perjudicados. Y no, esto no es la Inquisición Feminista. Y no, tampoco les vengo a querer decir cómo debe ser su Feminismo pero creo que si todas nos apegamos a la esencia del Feminismo que es la Equidad, nos alejaremos cada vez más de caer en contradicciones hembristas y no sólo eso sino de preocuparnos más, por ejemplo, porque los casos de acoso sexual a nuestro alrededor no queden impunes y no estar dedicando nuestra energía en que si decir "cuerpa" y no "cuerpo", es "Más Feminista". El día en que comprendamos que cualquier causa que busque cuidar los derechos humanos no tiene cabida para la separación sino para la inclusión, y que no importa desde dónde se quiere abordar al Feminismo, lo que se debe buscar es Equidad y no Supremacía, ese día veremos un movimiento realmente UNIDO, que "jale para el mismo lado."

Un evento muy común en mi escuela católica eran los Retiros Espirituales. Now, don't get me wrong pero no voy a reparar sobre religión ni creencias personales. A mí me gustaban porque era un día fuera de la escuela, en el que nos ponían dinámicas padres y se sentía como algo diferente a la rutina.

Además, como en la primaria aún éramos poquitos, juntaban a toda la generación para irnos, por lo que las dinámicas se volvían competencias sanas entre grupos y toda la cosa. Yo entré en primero de primaria por lo que obviamente, cuando pasé a segundo, apenas iba a vivir mi segundo retiro espiritual, así que seguía siendo relativamente "nueva". En esas épocas recuerdo que lo hacían en el rancho de una compañerita, que tenía alberca y todo. También recuerdo que aunque prohibían aventarse, unos inventaban peleas para acabar nadando con ropa casual.

Ese fatídico día no recuerdo algo en particular que me molestara. Las dinámicas fueron lindas y honestamente me concentraba tanto que al final si regresaba con un poco más de paz, incluso a los siete años. Recuerdo que ya nos íbamos a ir del rancho aquél. Nos formaron y en lo que llegaban los camiones, nos pusieron a tomar distancia y a cantar. Mi pequeña vejiga, todavía más diminuta en ese entonces, comenzó a molestar pero no sabía si esperarme a llegar a la escuela porque me daba ansiedad que llegaran los camiones y yo siguiera en el baño. En eso estaba cuando escuché que las maestras se desesperaron porque de pronto todos pedían permiso para ir al baño, y anunciaron que a partir de ese momento nadie más podría ir. La prohibición aumentó mis ganas y sintiéndome la más anarquista del mundo, me escabullí hasta el baño y cerré rápido la puerta. El dato relevante aquí es que todo ese día, mis compañeritos se la pasaron abriéndose la puerta los unos a los otros porque les parecía ultragracioso encontrarse en esa situación tan vergonzosa; pero la ya entonces controladora Ceci de siete años, pensó algo más leve que "ni madres" y le puso seguro a la puertecita esa. La cosa no acabó ahí porque justo antes de disponerse a hacer sus necesidades, escuchó que alguien se acercaba a abrir la puerta, así que todavía me acerqué una vez más y le di otras dos vueltas al seguro. Me pareció oir un click al que no le di importancia. Finalmente mi lógica fue que si le di tres vueltas hacia un lado, tenía que abrirse dándole tres vueltas para el otro. Acabé y me lavé las manos y cuando traté de comprobar mi hipótesis, me di cuenta que había sido errónea. Mierda. Estaba atrapada en ese bañito de 2X1M con una pequeñísima ventana en la parte superior, tipo monasterio.

En ese momento comencé a considerar las soluciones. Afuera se escuchaba que seguían cantando y aunque les gritaran no me escucharían, esto sin considerar que el gritar me daba mucha pena, qué iban a pensar que estaba pasando, qué horror. Luego pensé: "Seguro la maestra se acordará de que fui al baño y al ver que me tardé, vendrá por mí". Eso me calmó unos segundos hasta que recordé que me había ido sin permiso así que estaba más que jodida. La ventanita estaba muy alta como para alcanzar a salirme, aunque desde abajo la medí y concluí que de alcanzarla, si cabría por ahí. Recuerdo que de repente alguien más se acercó para ir al baño y le grité que me ayudara, que estaba encerrada y le dijera a una maestra. El compañerito me preguntó mi nombre y cuando se lo contesté me dijo algo como "ah no, no te conozco" y se regresó tranquilamente a formar y seguir cantando. Qué gran hijo de puta, pensé, mil niveles más leve, claro. Quizá habían pasado apenas cinco minutos pero yo estaba sudando frío y sentía que había pasado una eternidad. La Ceci ansiosa de 7 años comenzó a contemplar cómo sería su vida atrapada en ese bañito. Quizá podría venir una especie de institutriz a enseñarme desde afuera, de cualquier modo sí la escucharía. Y la comida podría pasar por ese huequito sin problemas. Lo del baño pues ya estaba resuelto e incluso idee la manera de que pasaran una regaderita por ese mismo huequito para bañarme: ya tenía el resto de mi vida solucionado.

Parada frente a la puerta que ahora veía inmensa, me quedé un par de minutos más. Estaba en una especie de shock cuando escuché una frase que me cayó como balde de agua fría, un compañerito gritó: "Ya llegaron los camiones". Escuché a las maestras hacer un par de juegos más para ordenar las formaciones y escuché como iban caminando y sus pasos se oían cada vez más lejanos. Tiempos desesperados requerían medidas desesperadas así que por fin comencé a gritar, pero venían todos tan en el desmadre, o cantando o hablando que mis grititos sieteañeros se ahogaban en ese minibañito.

De repente sólo escuché el silencio. Era obvio que ya estaban todos en los camiones. Comencé a pensar cuanto tiempo se tardarían en darse cuenta que yo faltaba. Había hecho amigas en primero pero ahora estaban en otros salones, y el retiro espiritual lo hacían casi empezando el año así que aún no tenía amigxs como tal en el salón. Pasaron alrededor de otros 10 min. y yo ya estaba llorando desconsolada. Escuché que las maestras gritaban mi nombre así que volví a gritar también. Entre gritos por fin me encontraron y me dijeron: "¿Por qué no abres la puerta?" Bueno pinches genios, era obvio que estaba encerrada. Les expliqué lo que había pasado y comenzaron a tratar de abrirla sin éxito por afuera. Así pasaron otros quince minutos en los que de repente me pedían que le siguiera dando vueltas al seguro, de repente que empujara la puerta, entre otras instrucciones que me resultaron inútiles. También escuchaba a una maestra que iba y venía diciendo que los camioneros ya se habían enojado porque íbamos atrasado y que su contrato no incluía este tiempo de espera. Pasaron unos cinco minutos más y escuché el acento yucateco de uno de los choferes que ante su encabronamiento, se bajó del camión a preguntar por qué aún no nos íbamos. Una de las maestras explicó que yo estaba encerrada. En ese momento ya estaban intentando abrir con undesarmador que tampoco ayudó mucho. En eso el camionero me dice: "Niña, aléjate lo más que puedas de la puerta, quédate en un rincón del baño y mira hacia la pared." Lo hicé corriendo y por supuesto todavía llorando. Cuando le indiqué que estaba lista, no contó hasta trés cuando ya había tirado la puerta de una patada. Escuché el ruidote pero yo seguía en el rinconcito. Recuerdo que dijo: "Listo. ¿Ya nos vamos?" Y se regresó aún emputadísimo al camión. No pude agradecerle ni nada porque no me salían las palabras entre tanto berreo que traía. La maestra me preguntó si estaba bien y me llevó abrazada hasta el camión. Adentro todos mis compañeros se me quedaron viendo y me preguntaban lo que había pasado. Estaba sentada con la maestra cuando hizo un conteo final en el que ya no falté y les dijo que me dejaran en paz todo el viaje de regreso. Llegamos tarde a la escuela y cuando los papás pidieron explicación les dijeron que una niña se había quedado atrapada en el baño y nos podíamos ir hasta sacarla. Recuerdo que llegaron por mí y yo seguía llorando. De principio mi mamá no entendió porqué regresé tan perturbada de un retiro espiritual pero cuando le expliqué me recomfortó de todas las maneras posibles.

En los días siguientes, la historia de la niña que se quedó atrapada siguió siendo chisme. Varias veces se mencionaba mi nombre pero como aún no muchos me conocían, afortunadamente se les olvidaba. Pasaron los meses y cada vez menos personas recordaban que se trataba de mí. Me ayudé un poquito porque cada vez que me preguntaban lo negaba rotundamente diciéndoles que recordaran que yo estaba en el camión esperando también a que sacaran a la compañera. Literal usé detalles que me contaron que sucedieron en el camión en mi ausencia para hacer mi coartada más creíble y fidedigna.
Al año siguiente que nos íbamos de retiro, un compañero mencionó si se acordaban de la niña que se había quedado atrapada en el baño, sonreí cuando alguien contestó: "Creo que se cambió de escuela". Y nadie supo qué fue de la niña que se quedó atrapada en el baño...hasta ahora.

Siempre me he considerado una persona bastante open-mind. Mi mamá de hecho me educó con mucha perpectiva sobre derechos humanos. Tampoco me sentaba a leer preceptos pero en cualquier situación remarcaba la importancia de respetar a los demás y buscar que todos tuvieran acceso a las mismas cosas. Luego pasa que nací en México y esa es suficiente justificación de que los domingos fueran de "quehacer" y que el acervo musical de mi madre me enseñara desde Queen y Madonna hasta (no es broma) Selena y Thalía; por lo que se puede decir que me cultivó en la música pop desde muy chiquita. Tantito que me hizo abierta y tantito que me encantó el pop, era obvio que una vez que viviera en el DF, el Marra iba a ser parada obligatoria.

Debo de añadir que adempas, antes de entrar a la FAD, venía de 12 años continuos de escuela católica en donde decir que eras ateo era suficiente para ser mal visto, tachado e infortunadamente, muchas veces hasta bulleado. Ni qué decir de que salieras del clóset, eso era simplemente imposible. Cuento con las manos los amigos cercanos que tengo en Cancún que sean abiertamente homosexuales, la presión social y los prejuicios están muy fuertes y hacen muy difícil la idea de la apertura.
Obviamente, cuando entré a la FAD se me abrió un mundo de diversidad en tantos sentidos y yo quedé impresionada y me sentí en casa como nunca. Por fin tenía amigos abiertamente homosexuales y me fascinaba tanta libertad en todo. El regalo navideño no era tener amigos homosexuales, claro, sino el hecho de que existiera un ambiente en dónde eso no tuviera que ser un asunto que causara revuelo.
La primera vez que me contaron del Marra me espanté un poco porque sonaba demasiado hardcore. Eso y que incluso viviendo 15 años en Cancún no me hicieran ser atraída por la vida nocturna, me detuvieron un poco al principio. Confieso que allá no pisé antros gay porque según yo, no son tan conocidos ni promocionados.Y el único antro gay de la Tulum que recuerdo era abiertamente gay, me recordaba a la tragedia que tuvo que pasar para que lo pusieran: quitaron mi Pizza Hut favorito.
 Un buen pinche día me animé, y como todo lo que hago en mi vida, me aventé al chingadazo a la Marraventura. (No pun of Mayaventura intended).
La primera vez que fui no regresé a dormir a mi casa, el lugar cierra a eso de las 4 pero existen otros bares de mala muerte alrededor que cierran hasta las ocho y mis amigos y yo nos esperamos ahí hasta que abrieran el metro para poder regresarnos seguros a descansar. Apenas entré al Marra y me quedé en un trip más grave que el de Dumbo cuando empedó por primera vez: luces neón, un calor insoportable y música que no sólo conocía sino que me gustaba. No era electrónica infinita ni reggaetón desconocido como el que ponían en los antros de Cancún, sino que era un dulce dulce pop.
¡Me sabía las letras! Canción tras canción pensaba "no sólo la conozco, bitch I have it on my itunes". Podía bailar como lo hacía estando sola en mi cuarto y lo que era mejor, estaba conviviendo en un ambiente con gente que le gustaba la misma música y no me juzgaba por bailar como lo hacía. Estaba tan emocionada que cuando un amigo me sugirió subirnos a la barra a bailar, no lo pensé dos veces. Estaba sobria como bebé y me olvidé del asco que me pudiera dar la chela derramada que sin querer toqué. Estando arriba no reconocía a nadie pero sonaba Bootylicious a todo volumen y el mundo sabe que es mi jam.
Ya entrada me pegué un millón de veces con el candelabro pero me valía porque estar arriba se sentía como ganar Ru Paul's Drag Race tres veces seguidas. Fue un momento tan padre el subirnos justo cuando pasaban nuestras canciones pop favoritas que además tenían coreografía y todo para liderar a los demás en ellas. Los demás asistentes a tan bello congal, cantan contigo, bailan y te lanza miradas de complicidad ayudándote a encontrar comadres confiables cada tres segundos. No sentí una sola mirada de juicio o mala vibra. Y sí es muy hardcore, no hay vez que no vaya que no me empujen porque el lugar siempre está a reventar. Una vez hasta me jalaron el cabello pero cuando estás agusto con tus amigos hasta esos malos tragos se olvidan en seguida. Marra es para los valientes, Marra es para los que llegan a las 7 y se van a las 4. Marra es para los que como yo, lo mismo les gusta Venus que María Daniela y su Sonido Lasser. 

Y ahora que después de casi un mes de estar cerrado el edén, regresó, les digo: "La cámara de la jotería ha sido abierta. Enemigos del bacanal. temed."

Cuantos de mis contactos en Facebook piensan que mis publicaciones sobre feminismo son demasiadas. Cuantos conocidos fuera del mundo virtual, creerán que siempre hablo de esos temas por pose, por convivir o hasta por ser aceptada o vista como algo que no soy. Y no, los hablo con todos los derechos que se me dieron sólo por existir y porque me tocó en esta vida ser mujer. Bromean sobre el acoso cuando no lo tienen que vivir a diario cada vez que salen a la calle. En vestido, en falda, en pijama. en pants, en traje, en pantalón, y hasta en impermeable de bolsa de basura, se puede ser víctima de este tipo de agresión. Uno pensaría que en pleno 2016 ya no sería tan común que se culpara a la víctima y su vestuario por una agresión.
Hoy camino a la escuela me subí al camión. El chofer venía con dos amigos y pude notar que se tardó mucho dándome mi cambio. Después de avanzar un poco, me dí cuenta que era porque le quería dar tiempo a sus amigos a que acabaran de verme todo lo lascivamente que querían. Quise esquivar esas miradas y me metí tan al fondo como me fue posible en el camión, que venía lleno. Quedé a lado de un chico de aproximadamente 17 años que venía sentado ocupando dos lugares. Cuando me vio, se recorrió, como permitiéndome sentarme. Dudé un poco pero al final me senté porque había mucho tráfico y ya venía cansada. Me percaté que muy cerca de nosotros venían sentados dos amigos de él, quienes le comenzaron a hacer señas preguntándole sobre qué le parecía mi físico, como pensando que yo no los vería o que incluso si me daba cuenta, eso no me molestaría. Sí, claro que me molesto, pero el levantarme de ese lugar le permitía de nuevo al chofer y sus amigos una vista perfecta para continuar con sus miradas lascivas y no le quería dar esa victoria a este chavito y sus amigos. Después de todo, yo tenía todo el derecho de estar ahí sentada sin ser molestada. Me decidí -quizá desafortunadamente-  por la "no confrontación", así que pretendí que me dormía. Escuché entonces que sus amigos le decían que me hablara antes de quedarme dormida y el chico en cuestión les contestó que mejor me cantaría. Yo estaba recostada sobre mi mochila, con todo el cabello sobre mi cara y pude sentir que en un par de ocasiones se acercó tal vez demasiado a mi oído pero desistió casi enseguida ante mi indiferencia. De tanto sueño que tenía terminé por dormirme de verdad y sólo desperté cuando me pidió permiso para bajar. Sin darme cuenta, me volví a quedar dormida y desperté una vez que el camión ya tenía 10 min de haberse pasado mi parada. Venía sola con el chofer y sus amigos y tan espantada me desperté que toqué el timbre deseando que me dejaran bajar. Se rieron al verme tan espantada, pero la realidad es que no habían parado en su base correspondiente sino que se siguieron hacia quién sabe qué partes de Xochimilco. Es obvio que en un país donde la cifra de desaparecidas crece exorbitantemente a diario, mi reacción no luzca tan desentonada.
 Ya una vez abajo comencé a preguntar-al principio sin mucho éxito- sobre la dirección en que se encontraba mi destino. Una señora me indicó que caminando podría llegar por un callejón que se veía bastante solo, pero me advirtió que tendría que irme cuidando porque era de lo más usual que me fueran a gritar cosas, o -como ella me indicó- que me podían hasta tocar. Recordé al estúpido que alguna vez por la Deportiva me gritó que tuviera cuidado, porque me podrían violar. Por supuesto preferí tomar otro autobús, esta vez no permitiéndome quedarme dormida por nada del mundo.
Ya sentada y tranquila, con mucho dolor traté de recordar la primera vez en mi vida que recibí una agresión de ese estilo. La primera vez que aún pensándome yo como una niña, algún hombre me gritó en la calle y espantada busqué respuestas en la cara y el coraje de mi madre al escucharlo. Recordé ese día en que me explicó que me estaba convirtiendo en una mujer y que eso desafortunadamente conllevaría a recibir ese tipo de agresiones por el resto de mi vida. Recordé también haber sentido mucha injusticia y haberme cuestionado por primera vez en mi vida el por qué me había tocado ser mujer. Y hoy a tantos años de ese día, me llegó la misma pregunta una vez más.
 Por eso necesito el Feminismo, porque nunca quiero tener que explicarle a otra mujer que se va a tener que acostumbrar a las agresiones; que el ser mujer viene de la mano con aguantar violencia, que una mujer transportándose, viajando, VIVIENDO, debe estar acompañada de un hombre para no estar "sola". Que se debe de acostumbrar a que las únicas veces en que no le gritarán cosas por la calle, es cuando camina con un hombre. Que el único "no" que vale es el de otro hombre. Y muchas otras estructuras más.
No me voy a disculpar jamás si les "atosiga" el libre ejercicio de mis derechos. No me voy a callar porque si hablo puedo evitar que la próxima desaparecida sea tu amiga, tu hermana, tu mamá, tu tía, tu prima o hasta tu compañera. Por eso necesito el Feminismo, por eso necesito tu conciencia sobre el 8 de Marzo, por eso nunca me voy a callar.

Uno siempre quiere el amor de quien no nos corresponde. Aún cuando tenemos un chingo de amores chiquitos esperando la oportunidad. Pero nuestro vacío nos dice que no son esos sino es aquél o aquella.
Alguna vez me gustó un alguien al que yo no le gustaba,para variar. Y en la misma época, otras personas me confesaron su amor por mí. Andaba tan perdida que desee juntar el amor de aquellos y depositarlo en ese él que yo quería. Porque según yo, ese era el que quería.
Y un dia te hartas. Un día te caen tantos veintes que se vuelven mil y te das cuenta que estás ahí porque quieres. Y te das la vuelta, y decides que de ahora en adelante no vas a mendigar amor. Decides que amas a tus amigos y a todos tus consejeros pero que la única opinión que vale es la tuya. Decides que quien lx va a besar, traerlx de la mano por la calle y acompañarlx en la vida eres tú, y sólo tú debes ultimadamente elegir a quién quieres. Esperas porque quieres, sufres porque quieres y lloras porque quieres. Pero entonces puedes ser feliz si quieres, amar a quien tú pinches quieras.
Y por eso me da tanto gusto cuando se arman parejas tan disparejas, porque quiere decir que te cansaste de estar esperando migajas de quien no te quiere amar para dejarte arrasar por el amor de esa persona que te deseó desde siempre. Porque te diste cuenta que no merecías estar esperando turno cuando tu alma lo que buscaba era apapacho bonito, del bueno.
Si un día me piden consejo amoroso no se lo voy a negar, lo saben. Pero sí les voy a pedir un favor, al final de día no me hagan caso. Háganse caso y amen a quien se les antoje. Ya saben que si les gusta el frijol, pues van. Y que les valga madre lo que diga el mundo.

Hoy tuve el privilegio de que me invitaran a una visita guiada por la exposición retrocolectiva de Monica Mayer titulada: "Si tiene dudas...pregunte." Un amigo pidió permiso para que me uniera a su grupo, con la consigna de que soy feminista y que era una exposición obligada para mí. Y vaya que lo era.

Qué fuerte está todo. No se las quiero spoilear porque de verdad me interesa que vayan a verla al MUAC. Lo que si quiero compartir es lo que se habló con ese grupo y Mónica al acabar el recorrido. Comenzó por preguntarnos si teníamos dudas. Conversamos un rato sobre distintos casos de acoso, su aumento en México ultimamente y diversas estrategias para combatirlo.
 De repente una persona cuestionó la existencia de la zona para mujeres en el Metrobús y la polémica se desató. Que si las mujeres pedimos equidad pero no la ejercemos, que si nos aprovechamos de la caballerosidad y hasta que si los covers en los antros son un privilegio del cual no nos quejamos.
A ver a ver, paren ese pinche tren. De nuevo se confundía todo. Sentí desesperación porque pensé, acaban de ver una exposición sobre arte feminista y siguen creyendo que las feministas buscarían equidad a partir de esas tres situaciones, no entendieron nada.
Me falta un chingo por leer y estudiar pero tengo un par de cosas claras al respecto. Además no es la primera vez que me encuentro con argumentazos como estos y no puedo dormir si no lo aclaro todo, aunque sea de manera breve.

El Feminismo busca la equidad. El Machismo es la creencia de que el hombre es superior a la mujer (con todas las conductas que eso incluye). A la creencia de que la mujer es superior al hombre se le llama Hembrismo. Y finalmente, el Masculinismo es la búsqueda de la equidad poniéndole más atención a aquellas conductas que refieren a los hombres.

La decisión de dividir el metrobús con una sección para mujeres no debe ser vista como un logro del Feminismo. No es un privilegio, amigos, y todo está en el mensaje. Se da a entender nuevamente el concepto de que los hombres no son capaces de controlar sus "instintos" y por tanto, para abstenerse de agredir a las mujeres, deben ser separados de ellas. ¿QUÉEEEE? Así como cuando a las ovejas se les pone una cerca para que los lobos no se las coman, justo así. ¿Y por qué? Porque vivimos en #México: un país donde infortunadamente los feminicidios son cosa de todos los días, la violencia está normalizada y como cereza de pastel, se sigue culpando a la víctima de las agresiones y no al agresor. "Esas mujeres, con sus falditas y sus pants provocando a los hombres como siempre. No, mejor las separamos y así los hombres pueden viajar sin distracciones." Qué flojera le da a nuestro gobierno aceptar que la violencia demuestra una falta de educación. Y díganme, ¿qué es más fácil, dividir un metrobús o re-educar a toda una población? En un país como México, nuestro gobierno siempre tomará la vía fácil.

Sigamos con mi rant, abordando la caballerosidad. Quitémosle todo género a la caballerosidad y, ¿con qué nos quedamos? Una serie de atenciones hacia un individuo. ¿El problema? Que desde que se genera con los caballeros medievales y se adopta por la aristocracia se instituye que el atendido es la mujer y el que atiende es el hombre. Y por supuesto que si desde niños nos programan en una sociedad machista, es facilísimo tragarnos los roles de "el que atiende" y "la atendida". En un mundo ideal esto no existiría. En un mundo ideal nos regalaríamos esas atenciones los unos a los otros sin importar el género. Pero para deshacernos de esto, hay que hacerlo consciente. Yo le doy una atención a mi amigx, a mi novix, porque quiero ser amable, porque lo quierx consentir o incluso porque considero que en ese momento lo necesita. Abrir puertas, pagar cuentas, regalar flores y ceder lugares: todas atenciones que fueron reducidas a un concepto que sigue siendo parte de un estructura machista; donde las mujeres deben ser las atendidas porque siempre son las débiles y vulnerables mientras el hombre debe ser el que atiende porque siempre es el fuerte.

Y para rematar la cuestión de los covers. Vivía en Cancún y por supuesto que me tocó ver promociones donde no sólo las mujeres no pagaban sino algunas otras donde los hombres tampoco lo hacían. ¿Qué pasa si en un lugar anuncian que no hay cover para mujeres? Por supuesto que se abarrotará de mujeres encantadas de que no hayan tenido que pagar al menos para entrar. Seríamos muy ingenuos si pensamos que el único beneficio para el lugar es estar lleno de mujeres que no pagaron cover y por tanto usarán ese dinero para gastarlo en alcohol.WRONG. Al haber muchas mujeres, estas se vuelven en un plus que la empresa está ofreciendo a los consumidores. El mensaje es algo como "vengan a disfrutar del pinche harem". ¿Y qué creen? En el caso de los hombres es lo mismo, la empresa anuncia que los hombres no pagarán o tendrán un descuento: obviando que el lugar se llenará y los hombres pasarán a ser parte del atractivo del lugar. Y si les pasa a hombres y mujeres, el ser usados como objetos de intercambio, ¿quién tiene la culpa? Pues la sociedad, and guess what, la sociedad somos nosotros. Nosotros que hemos aceptado que la gente se mide con base en lo que nos puedan ofrecer. Porque chin, vivimos en el Capitalismo total donde la relación siempre será de dinero>gente.
 Y no puedo hablar de esto sin citarles a Fromm en "El Arte de Amar" cuando dice: "Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. " Y me gusta tanto el concepto de vidriera porque va perfecto con la situación. ¿En qué tienda prefieren comprar: una que tiene pocos productos una que les asegura que está llena de ellos? Pasa igual.

Por eso esta exposición es tan relevante, porque despierta estas preguntas que necesitan sus respectivas respuestas. En el momento me alteré un poco, pues me sorprendí que pensaran que esas tres cuestiones eran vistas como logros dentro del Feminismo. El Feminismo nunca buscará privilegios, sino derechos humanos.Si algo me deja Monica Mayer es el querer buscar más maneras en las que la equidad llegue a las personas. Hacer algo a partir de ese enojo que se nos genera. Y me queda más que claro que falta un chingo por hacer. Falta un chingo por hacer cuando se siguen haciendo estas preguntas, cuando una mujer no puede denunciar un acoso sin desatar una nueva ola de acosos hacia ella; cuando las frases "se lo merece" y "para qué se viste así" siguen siendo arrojadas como dulces de mierda en las comentarios de FB cada vez que sale una nueva noticia de violencia de género. Porque la gente sigue creyendo que el Feminismo es lo mismo que el Machismo. Que las cosas por las que luchamos son caprichos, son innecesarias, son nimiedades. Me quedo con una frase de Mayer: "Ojalá el Feminismo pasara de moda, ojalá dejara de ser necesario". Pero es 2016 y el Feminismo se nota más necesario que nunca. Y aquí seguimos, aquí luchamos, aquí no nos callamos. Porque ni somos feminazis ni eso es Feminismo.