No nací siendo Feminista. Traía fiebre religiosa. Y la tuve durante al menos 12 años. No condeno que la religión fuera algo del todo malo. Pero en esa época me enseñaban que Eva fue mala por ser desobediente. Que el aborto era pecado y mi favorita: que cualquier orientación que no fuera la heterosexual era enferma. No todo me lo creía. Pero debo confesar que en alguna época de mi vida estuve en contra del aborto. Y me da pena admitirlo pero no me da pena salir del clóset del Machismo. Porque mientras seamos conscientes del Machismo que aún nos falta depurar, más fácil será hacerlo.
Igual y sí.
Quizá tienen razón.
Sigo en deconstrucción de todas esas cuestiones que me enseñaron a creer como ciertas. Sigo aprendiendo. Mi Feminismo es aún muy "silvestre" pues no tiene mucho que comencé a vivir en la CONCIENCIA. ¿Pero qué Feminista nació sabiendo de memoria todos los textos y razones? Y no. No voy a cambiar de opinión. Porque el mismo error se ha cometido tantas veces en la historia y seguimos sin aprender. Claro que duele la violencia. Pero ese dolor no se cura ejerciendo violencia hacia el agresor. El Patriarcado no se cura con Matriarcado, se cura con Equidad. Equidad verdadera. Equidad de la buena. Porque con un clavado que me metí al "Unicornio y el Dragón" lo entendí.
Un grupo de compañeritas va a exponer sobre el Feminismo. Ese será su trabajo de investigación trimestral. Todo iba bien hasta que comenzaron a emplear el término "Feminazi". Y me recordaron a mí cuando empecé en esto. Cuando de verdad creía en toda esa basura sobre las so called "feministas radicales" y que había cabida para la existencia del Hembrismo. Es decir creía que el elegir separatistas caía en el Hembrismo. Era una bebé en esto y no entendía mucho. Me hacía falta leer más, conocer más, vivir más. Pero una vez encontré un bonito fragmento en la fanpage de Las hijas de Violencia.

Con esto me disculpo amigas, perdonen por poner ante ustedes (y sobre todo querer imponer mi feministómetro). Ahora ya entiendo a qué se referían cuando me hablaban de Los Feminismos y no de El Feminismo. Y es que de esto se trata todo, ¿no? De admitir errores por falta de conocimiento, de construir y crecer y entender cada vez más.

Cuando mis compañeritas acabaron de exponer el planteamiento de su investigación les comenté que me parecía excelente tema pues hay mucho sobre qué investigar, pero quizá la problematización que propusieron iba a cambiar mientras más se adentraran en el tema. Que las feministas no hablamos jamás de "feminazis" y que la radicalidad tiene lugar como en cualquier movimiento. Les recomendé bibliografía y partí hacia el horizonte.